¿Dónde suena tu violín ahora, Juan?
En la Argentina de 1956, Juan Gelman se aproximó al canto de la calle con un libro de poemas: Violín y otras cuestiones.
Salgo de la Universidad, atravieso la Plaza Perú y como la clase de hoy ha estado particularmente densa me siento a tomar una cerveza. En eso aparece alguien, violín en mano, canto en boca, que a cambio de unas monedas nos ofrece canciones de Violeta. Me reconoce. Incluye entonces un vals que con eso asegura que yo le dé algo. De la ciudad letrada (la Universidad) a la cantada (el músico ambulante) no ha pasado sino el pequeño ámbito de la Plaza Perú.
Según Jorge Millones en una noche estrellada, en un local sindical de Lima se conocieron Pinglo y Mariátegui. Los mayores representantes de la ciudad cantada y de la ciudad letrada circulaban por los mismos espacios. Lo único que no le creo a Jorge es que en Lima haya noches estrelladas.
Evaristo Carriego murió creyendo que su principal libro era Misas herejes. Buen lector de Darío su libro es un momento más del modernismo. El modernismo tiene momentos tan altos (Lugones, Amado Nervo) que Carriego merecería el olvido por sus misas y sus herejías. Dio un salto mayor, sin él enterarse, cuando escribió El alma del suburbio. Es por este segundo libro que Borges escribió un ensayo sobre Carriego. Don Jorge ya había escrito Fervor de Buenos Aires y uso a Carriego como pretexto para hablar del tango y hasta de las inscripciones en los camiones.
Y es que si la imitación de lo europeo, de lo norteamericano, es lo normal en nuestros países, la actitud innovadora es el recuperar lo nuestro. Por eso la vanguardia peruana se reúne en torno a una revista con nombre quechua, Amauta. Por eso la argentina se reúne en torno a una revista con nombre gaucho, Martín Fierro.
Y esa actitud de la vanguardia continúa. La novela más experimental es la de Rulfo, la de Arguedas. El zorro de arriba y el zorro de abajo rompe con todos los moldes previos de la novela. En la Argentina, en 1956, un libro de poemas se aproxima al canto de la calle. A ese violín que me acompaña en el bar mientras tomo mi cerveza, mientras escribo estas líneas. Se trata de Violín y otras cuestiones. Con ese libro nace un poeta: Juan Gelman.
Juan siguió cantando, quiero decir escribiendo, y poco después escribe Gotan. Se trata del "vesre" de tango. Y con ese libro nace una nueva forma de hacer poesía. Poesía de la calle, que se apropia del lenguaje coloquial para potenciarlo. Para volverlo antipoesía como quería Nicanor. Para cantarle a Marilyn como Ernesto.
Me resulta difícil escribir de Juan. No creo que este muerto. Simplemente se ha ido a tocar su violín a otro barrio. Es que aquí la cerveza está muy cara. Es que su país no lo quiere. Como no quiso el Perú a Vallejo o a Nicomedes. Todos somos exiliados. Todos respiramos aire ajeno ¿Qué aires respiras ahora, Juan? ¿Dónde suena tu violín? Espero más pronto que tarde volver a escucharlo.