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El país de Fernando

Y llegaron las Fiestas Patrias. Pero ¿de qué patria me están hablando?

Publicado: 2014-07-28

Será de “la tierra de los Incas” donde desprecian a los indios.

Será de la arcadia colonial, tan criticada en Lima la horrible, pero tan celebrada por Gálvez, Porras, Granda.

Será del Perú con R de rifle, desfile militar, en que el que no desfila no es patriota y tenemos que recordar todas las derrotas sufridas, menos con el Océano que felizmente nos tocó Pacifico.

No, no siento en verdad que esas patrias existan. En cambio si parece existir el país de Fernando Renteria. De lo que he llamado “los nuevos criollos” el más respetuoso de la tradición. El que más va a Centros Musicales al punto que es el único que sabe manejar el equipo de sonido del Breña. Además muy conocido a todo lo largo y ancho de la cuadra 11 de la Avenida Cuba.

Fernando es como los viejos juglares, va contando las noticias. Si enjuician a Fujimori convierte el “Soy Inocente” en una canción. Si un doctor que no es doctor dice de León Alegría que es una rata compone su “Fe de Ratas”. Pero también le canta al Perú. A su país. Que también es el mío.

Fernando tiene tres canciones que merecen ser comentadas en Fiestas Patrias. Siento que el orden del comentario debe ser 1) “Al vesre”; 2) “En mi país”, 3) “Tengo un país”.

“Al vesre” no se llama así porque vaya a cantar versos como ese de “a las orillas de un hombre/ se echo a descansar un río” que comentamos en otro artículo. Lo que está al vesre es el país mismo “por volver vamos de ida/ y empezamos de atrás” “caminar de cabeza/ o pensar con los pies”. Y el país esta de cabeza porque lo que debería bajar (los precios) sube y lo que debería subir (los sueldos) baja; porque “es pobre el que trabaja/ y el vivo duerme feliz”; porque “más peruana es Formosa/ que la empresa de luz”. Y por último porque “reelecto cien veces/ puede ser quien nos mece/ con un cuento oriental”. Escrito (como los otros dos) en los últimos años del Chino en realidad es una crítica con humor pero con dureza a la inflación, las privatizaciones, la re-reelección.

“En mi país” es otra canción que juega con el vesre. Pero aquí es el cantante el que ve las cosas al revés. Y con esa visión resulta que “todos creen ¡Nadie miente!/ ni siquiera el Presidente/ todos tienen ¡Nadie roba!/ ni el ladrón que lo asesora” con lo que la crítica política sigue. Pero la vida cotidiana, esa del ciudadano de a pie que no transcurre en la lucha electoral sino en la cola del banco para cobrar su jubilación, entra a la canción. Y ahora son “los banqueros apurados” los que “buscan a los jubilados”.

En esa tensión entre lo político y lo cotidiano las fuerzas represivas cobran valores positivos. La Guardia de Asalto (curiosa guardia que sirve para asaltar) va regalando galletas. El rochabus regala Inca Kola en los paraderos de autobuses. La SUNAT (represión económica) está demás porque nadie evade impuestos. En el Poder Judicial se han quedado dormidos todos porque no tienen a quien juzgar. La Guardia Penitenciaria “en los penales/ dicta clases de modales” y el Fuero Militar de “ballet clásico y moral”. A mi particularmente no me gusta del todo el final de la canción. Lo que uno pensaba que era ironía pura resulta siendo una locura de la voz que canta al que le ponen una camisa de fuerza porque evidentemente esta alucinando con un país que no existe.

La tercera canción del comentario es “Tengo un país”. Ahora la voz que canta no está alucinando. Es más bien un enamorado de su país. Ahora la vida cotidiana se relaciona con la política sin mediaciones. Los banqueros, los policías, los políticos son uno más de la lista.

Tengo un País

Un país Tercermundista

Con sus Ministros… sus Congresistas,

Con sus Curitas,

Tombos, gays, narcos y artistas

Con sus banqueros y sus cambistas

Como vemos la lista es diversa. Junto a las autoridades políticas los “curitas” en los que el diminutivo juega a favor de una religiosidad popular. Al lado de los “tombos” que deberían cuidar la ley y el orden, los gays y narcos que lo cuestionan. Al lado de la economía formal de los banqueros, la informal de los cambistas. Y así siguen las enumeraciones. La primera es de las regiones naturales y las artificiales “con vista al mar/ selvas, ríos, cordilleras/ con sus peajes y sus tranqueras”. Luego vienen las comidas: “con su cebiche… su arroz con pollo”. Por último la gente: “con sus chicheros/ pandilleros y sus crolos/ con sus rockeros blancos y cholos”.

Es un país que “han saqueado sin piedad”, pero que no se ha de rendir, que “aún tiene fuerza y voluntad/ para pelear” y que “si hay que cambiarlo/ yo con él voy a cambiar”. Ese es nuestro país. Y está de cumpleaños en este julio de gratificaciones y festejos. Felicidades a todos.


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Me sale espuma

"Quiero escribir, pero me sale espuma"