Dante, después de haber recorrido infierno, purgatorio y cielo, saca una conclusión. Tanto las virtudes como los pecados tienen que ver con el amor. Amar un objeto equivocado es pecado. Así Paolo estaba enamorado de su cuñada y los dos terminaron en el segundo círculo del infierno. Pero también es pecado amar en demasía. Así, si a nadie se le discute el derecho a comer, el tercer círculo está destinado a los golosos.   

Las adicciones tienen algo de eso. Jugar es bueno, algunos psicólogos dicen que es la única manera de conocerse a sí mismo. Pero Andrés me cuenta de un caballero que vendió la camioneta de su amigo para seguir jugando. Igual que el goloso, el ludópata hace de la virtud un vicio .

Problema aparte son las sustancias psicoactivas. Yo tomo y no criticare a quien lo hace. Pero si te gastas todo tu sueldo y dejas sin papa a tus hijos, eso es problema. Si ya nadie quiere vivir contigo, eso es problema. Pamela me cuenta que todos: el esposo, los otros hijos, los vecinos, los amigos, le decían que tenía que echar de su casa al hijo adicto. Pero ¿cómo puede hacer eso una madre?

El resultado es lo que llaman co-adicción. Los grados de desesperación a los que puede llegar una madre son muy altos. Maricarmen alguna vez llegó a estar hospitalizada de emergencia por el grado de estrés a los que estaba sometida. Y ahí, en el hospital, le hicieron comprender que el problema no era ella sino su hijo. Y que se trataba de usar ese mismo amor que la llevaba al estrés para salvar a ambos. Ahora su hijo tiene 9 años sin consumir y es un artista múltiple: pinta, hace teatro, toca música. A pesar de eso Maricarmen ha seguido asistiendo a las terapias familiares porque tiene mucho amor que dar a otros que pasan por lo que ella pasó.

En el hospital Honorio Delgado – Hideyo Noguchi hace ya más de treinta años están usando el modelo bio psico social para afrontar las adicciones a sustancias. Lo comenzó el Dr. Alfredo Saavedra y hoy lo conduce la Dra. Victoria Ángeles. El doctor Saavedra nos dice que “un factor importante, sino el más crucial ha sido la inclusión de la terapia grupal en el programa terapéutico”.

Lo más importante cuando alguien tiene un problema es poder hablar de él. Con mayor razón si te encuentras con personas que tienen el mismo problema y que por eso te entienden. Entre ellos hay un apoyo positivo y presión para mantener la abstinencia. Saben que no están solos y a partir de las experiencias de cada uno pueden entender la propia. Buscan, entre todos la solución a los problemas que puedan afrontar. Como dice la doctora Ángeles “siempre tenemos alguna solución que dar, si un día no tenemos para almorzar más que arroz y huevo haremos arroz con huevo frito”.

No sólo se aplica esta terapia de grupo a los pacientes sino también a sus familias. Tuve el gusto de compartir una y ver como en verdad ya parece una familia. Al punto que aunque el paciente ya haya sido dado de alta ellos siguen yendo a las reuniones. Se encuentran también fuera del hospital no solo para hablar de adicciones sino para pasar ratos amenos. Nos encontramos con señoras, como Lita, que ya están 14 años y no piensan dejar de ir. Ahora forman un equipo de voluntarios y son ellos los que dirigen las terapias.

Y algo muy importante. No sólo han mejorado los pacientes. Incluso me cuentan de uno que es alto funcionario en un banco. Las relaciones familiares han cambiado totalmente, la autoestima de las mamás o esposas ha subido mucho. Carmela me dice que antes se ocultaba para no hablar en las reuniones, ahora lo hace con toda frescura. Karen dice “día a día sonrío, tengo un nieto, ya no soy co-adicta, ya no tengo que fingir mis emociones”. Verónica me habla de los triunfos de su hijo en España. Rocío me dice “ya no hay violencia en mi hogar, mi nieto no ve borrachos en casa”. En fin, los éxitos marcan el proceso.

Ojala los ambientes para esta terapia crezcan en el Noguchi, que los éxitos sigan, y que sigan al alcance de todos. Bendiciones doctora Ángeles.

Nota. Los nombres, excepto en el caso de los doctores, han sido cambiados para respetar la privacidad.