Hace un poco más de un mes La Mula informó –y fue el único medio limeño que lo hizo- que los vecinos de los edificios Angélica y María Jesús, ubicados al inicio de la Avenida Arequipa, habían presentado un recurso de amparo contra el paso a desnivel que pretende construir la Municipalidad de Lima entre la Avenida Arequipa y 28 de Julio. Ahora podemos informar que el juez ha declarado procedente el recurso promovido por los vecinos. O sea, ha declarado que por lo menos uno de los argumentos es atendible y merece una respuesta de la gestión municipal. El documento tiene 17 páginas y cerca de 60 anexos, todas con argumentos fundamentales. Basta que una sola objeción sea válida para que la obra no se realice. Una vez que sea notificada la Municipalidad tendrá 5 días para responder y el juez deberá tomar luego una decisión.
La respuesta de la Municipalidad de Lima no ha esperado, sin embargo, la notificación. Y ha sido de lo más extraña. ¡Quiere clausurar los edificios como si se tratara de un local comercial! Un local comercial lo pueden cerrar porque, al fin y al cabo, mientras soluciona las objeciones o cumple los requisitos que piden para funcionar legalmente, sus propietarios tienen una casa a donde llegar, y ojalá algunos víveres guardados. Pero ocurre algo distinto con una vivienda. Ordenar su cierre es dejar gente en la calle.
Bueno, lo que pretende el Alcalde Castañeda no es cerrar una vivienda, sino 100. Un centenar de familias en la calle sería una conmoción social del tamaño de un terremoto.

gerencia de Fiscalización en tiempos de castañeda = "la sunat" de tiempos del fujimorato
Pero ¿cuál es el pretexto para tamaña atrocidad? Resulta que los edificios no tienen un plan de seguridad. Ojo, no es que sean inhabitables. Y sabemos que de esos edificios hay en Lima muchos que vienen reclamando atención frente a los oídos sordos del municipio. No tienen un plan de seguridad, en caso de un terremoto no sabrían qué hacer. Y ¿por qué no lo tienen? Porque la municipalidad ha cerrado su zona de protección: el parque central de la Avenida Arequipa. Es más, piensa destruirlo y construir ahí un paso a desnivel. O sea, te quito la pelota y te castigo por no jugar.
Durante Fujimori se uso la SUNAT para perseguir enemigos políticos. Es algo que ya conocemos en el Perú. Pero de llegar a ejecutarse la medida propuesta por Castañeda contra los vecinos de los edificios Angélica y María Jesús, llegaríamos a un extremo que ni el dictador se imaginó. Está claro que es algo que no vamos a permitir.