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La destrucción de los restos del Arco Morisco de la Avenida Arequipa

Un arco morisco y un edificio con ojos (con información proporcionada por Marco Antonio Capristan Nuñez)

Publicado: 2015-11-27

Como ya hemos contado en una nota anterior, la Avenida Arequipa es producto de la habilidad que tuvo Leguía para reunir donaciones extranjeras. Supo aprovechar para ello la celebración del centenario de la independencia. Por cierto, en esa fecha no podía estar ausente la colonia española residente en el Perú. Ella se portó regalando un arco morisco para marcar la entrada a la Avenida Arequipa, actual cruce con 28 de Julio. Tenía una altura de 29 metros y para su construcción se utilizaron más de diez mil azulejos.  

En 1939 durante el gobierno del presidente Oscar R. Benavides se decidió demolerlo bajo el argumento que "interrumpía el tráfico", acabando de esta manera con una de las joyas del centro histórico. A fines de la década del 90 surgió la idea de reconstruirlo, tarea que no fue fácil. Los planos originales desaparecieron durante la guerra civil española por tanto solo se le podía reconstruir basándose en las pocas fotografías existentes, otro problema fue el color de los azulejos (no existen fotografías a color del arco) por lo que se tuvo a recurrir a especialistas en arte morisco para intentar determinar cual fue posiblemente su color original.

Inicialmente se decidió reconstruirlo en el lugar donde se encontró originalmente pero se descartó esta posibilidad por el complicado tráfico de la zona. Luego de barajarse otras zonas de Lima se decidió su construcción en el distrito de Surco. En noviembre del año 2001 gracias al aporte de diferentes empresas españolas en el Perú que financiaron la obra y con la presencia de los reyes de España, se inauguró esta réplica del "Arco Morisco" en el "Parque de la Amistad" ubicado en el cruce de las avenidas Caminos del Inca y Benavides en Surco.

Pero, por cierto, quedaban en la Avenida Arequipa los cimientos del arco, una pieza valiosa porque nos podía dar luces sobre cómo era el original. Pareciera incluso que algunos azulejos quedaban por ahí. El diario El Comercio ha informado sobre la destrucción de estos cimientos en el proceso de construir el by pass. No sólo los han destruido sino que ni siquiera han dado tiempo para que algún arquitecto o persona especializada los estudie.

Según El Comercio la denuncia la hace un organismo consultor de la UNESCO y efectivamente es así. Pero ¿cómo llego a saberlo? ¿cómo le llegaron las fotos? Resulta que en el edificio Jorge Chávez (esquina de 28 de Julio con Wilson) hay un centenar de ventanas que dan a la obra. Y varios vecinos se han dado el trabajo de hacer guardia fotografiando cada barbaridad municipal. 

presten atención a la línea roja

sigan la línea roja, para distinguir la ubicación de los pilares

veámoslo ahora un poco más  cerca

y en esta toma noctura, un obrero sobre uno de los pilares del arco

Cuando conversé con el vecino que hizo las fotos no quiso que se publique su nombre. “Esta es una labor colectiva y a mi me toco la suerte” dijo D. A. Lo que si logré que me diga fue su impresión al ser el último en ver esos vestigios: 

“El 23 de octubre del año 2015 tuve una visión maravillosa, pude ver con mis propios ojos, un pedazo de lo que fue el autentico arco morisco. Fue como una aparición del pasado; que mi mente reconstruyó, de lo que fue la república aristocrática, que duró solo la tarde de ese día porque también fue la última vez que este monumento mostró su pasado esplendor, flanqueado por edificios de balcones andaluces”.

Así que ya sabe señor alcalde. Desconfíe de las ventanas, que miran todo lo que usted hace; de las piedras de la calle, que tienen oídos; de las puertas, que hablan y hablan y no se callarán hasta verlo preso. Son cuatro avenidas enteras defendiendo su pasado, su futuro.


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