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detalle de una foto de zergio valencia

La ciudad cantada de Daniel Mathews

Publicado: 2016-07-12

Fred Rohner, profesor universitario e investigador de la música popular, comentó mi libro "La ciudad cantada. Lima, Santiago, Buenos Aires" (CEDET, 2016) en la presentación en el Centro Cultural de España en junio pasado. A continuación comparto con ustedes sus palabras.

La ciudad cantada de Daniel Mathews

Por: Fred Rohner

daniel mathews y fred rohner [foto de zergio valencia]

Quiero agradecer a Daniel la invitación que me ha hecho para presentar el libro que, según sus propias palabras, ya le permiten pensar en el Uku Pacha. Del trabajo de Mathews me fui enterando antes de conocerlo; cuando era estudiante de Lingüística y Literatura en la PUCP tuve la oportunidad de intercambiar, creo que con ocasión de un coloquio de Literatura, unos correos electrónicos con Milagros Carazas por quien me enteré de “una persona en San Marcos” que trabajaba sobre Literatura oral y que había trabajado sobre Nicomedes Santa Cruz. Entonces la noticia no caló en mí como debía. Obediente de mis modelos, me interesaba más los émulos coloniales de la poesía del renacimiento y mi gusto por la música criolla y popular era más bien algo privado, oculto y lejano de mis preocupaciones académicas.  

Sin embargo, debo sin duda a la literatura mi interés en Mathews. No realmente por cuestiones académicas, sino por un verso de quien presumo fue un amigo común, Josemári Recalde, quien en uno de los poemas de su “Libro del sol” decía “Nunca salí de la tierra de Taulichusco, Daniel Mathews decía”. Felizmente no fue así. Mathews salió de la tierra de Taulichusco, viajó a Chile y regresó con este texto que tenemos hoy en nuestras manos; bueno con una versión anterior de él pues se trata de su tesis presentada en Concepción a la que él confiesa haber trazado algunos cambios, en mi opinión menores, aunque no conozca la versión chilena de su trabajo sino esta que ágilmente me hizo llegar hace unas semanas cuando me pidió presentar el libro.

Antes de esta versión, había leído solo un audaz fragmento que Mathews me hizo llegar bajo la forma de un artículo hace ya una vergüenza de años. Al parecer fue demasiado audaz pues cuando socialicé el artículo entre algunas revistas universitarias para que se animen a publicarlo ninguna me dio una respuesta demasiado certera ni entusiasmante. Como el libro que hoy presentamos el artículo se titulaba “La ciudad cantada” y algo más. Para un lector de Rama el juego/homenaje que Mathews proponía con el trabajo de este intelectual uruguayo (La ciudad letrada), era ya un motivo de sobra para despertar mi interés. La propuesta de una ciudad alternativa, en algún sentido, donde se visibilizara a otros sujetos cuyas prácticas culturales y textuales no estuviesen cifradas únicamente en la literacidad, pero que tampoco se tratase de esa oralidad tradicional que en nuestro país ha sido tiránica desde los trabajos de los D’Harcourt y más precisamente desde los trabajos de Arguedas me parecía mucho más interesante aún.

El libro ha hecho esto más evidente. Su localización en la ciudad no es una excusa, es una apuesta. Las ciudades burguesas, modernizadas o como se les quiera llamar fueron espacios complejos en los que los sujetos, sobre todo lo de las clases populares, o “trabajadoras” que es como prefiere llamarlos Mathews, crearon formas de producción y representación textual en otros géneros distintos a los de las élites letradas, pero distintos también a las formas textuales y musicales tradicionales. En eso su elección del vals y del tango me parece totalmente adecuada, quizás menos el caso de la décima de autor. No obstante los tres géneros que presenta, más allá de pequeñas discrepancias, deben ser entendidos como géneros literarios no solo en un sentido amplio, sino también en un sentido estricto. Son las formas que adquiere la textualidad popular en tres espacios urbanos del cono sur.

Ellos sirven para que Mathews realice un viaje histórico, sociológico, literario y musical por las relaciones que esos géneros tejen con las ciudades y con los distintos sujetos que se representan en ellos o que representan con ellos una forma de conocimiento del espacio urbano. No se trata solo de la historia de una asociación, sino del apunte de un conjunto de coordenadas sobre géneros, discursos y localizaciones. Esto le permite moverse desde Montes y Manrique hasta Escajadillo; pero también salir del espacio urbano definido para transitar otros recorridos obligados por el género, como en el caso de la décima.

Otra de las claves que transita todo el libro tiene que ver sin duda con la modernidad y con como esta se entrecruza con las textualidades populares y les da corporeidad. Esa modernidad que no me termina de quedar claro si el propio Mathews advierte que es no solo la marca que condiciona el surgimiento de estos géneros en relación con las ciudades elegidas: Santiago, Lima, Buenos Aires-Montevideo, sino que es una de las claves más significativas para comprender a los sujetos populares dentro de estos espacios. Lo sugiere en varios pasajes, pero no recuerdo que lo sentencie de este modo.

Esa modernidad creo es la que revela las fisuras y las tensiones entre los polos opuestos de formas de literacidad y expresiones orales. El caso que reseña de Cadícamo es por eso tan interesante; alguien que se mueve entre dos universos aparentemente opuestos y que la ciudad y la modernidad propia del tengo termina por articular. Alguien que pasa de la poesía modernista al tango y al nuevo lenguaje que este produce.

En ese sentido es que leo el texto que nos propone Mathews, como él mismo afirma esta aproximación estrictamente literaria forma parte de esos “aportes fundamentales en los estudios literarios de nuestro continente” que ha tenido la teoría literaria latinoamericana: ampliar el corpus hacia los bordes, repensar la historia de nuestras literaturas y formular metodologías y categorías de investigación.

[Foto de cabecera: Detalle de fotografía de Zergio Valencia, tomada del álbum FB La ciudad cantada-presentación del libro]

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La ciudad cantada tendrá una nueva presentación, el día 22 de Julio en la Escuela de Folklore (Torres Paz 1170, esquina con Enrique Villar, altura cuadra 11 Av. Arequipa, Santa Beatriz). En esta ocasión, conversaré sobre el libro con el músico Camilo Pajuelo.


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