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La canción (verde) de Abelardo

La ecología de Luis Abelardo Takahashi Núñez

Con rayos de Luna haré un pentagrama en que escribire

Publicado: 2018-07-02

Luis Abelardo Takahashi Núñez es uno de los creadores más prolíficos de nuestro cancionero. Luis Rocca (Japoneses bajo el sol de Lambayeque) nos da el dato de que hay más de 200 canciones de su pluma. Y una de los temas permanentes en él es la propia canción: “La jarana va a empezar al golpe de un buen cajón”. Pero, si nos acercamos más a sus letras nos vamos dando cuenta de que la naturaleza es una constante escondida. Así, cual si fuera una planta de la “guitarra brotan notas que cantan” y que son “golondrinas que al cielo vuelan” (Embrujo). Los pentagramas los hace “con rayos de Luna” en Ansias y sus melodías son “cual trinos de un ave que canta muy triste su melancolía” 

Cuando un amor se va le dice “Vuela mariposa del amor” (Engañada). Pero la naturaleza se expresa en toda su potencia cuando el amor está presente. Así en Imaginación el yo poético navega “las aguas de tus lindos ojos” para “bajo la luz de la Luna poderte besar”. En Cuando habló el corazón la mujer amada es “flor que perfuma mi camino”, “Sol que en las mañanas veo” y hay “luz en tu carita de Luna encantadora”.

Al faltar el amor en Mis anhelos, va “como mirlo que vuela perdido en noche callada” y desea que “las noches de Luna fueran interminables”, que “la primavera floreciera mil años”, “que el agua de los mares fuera como el almíbar”. Como vemos uno de los elementos naturales del que más gusta es la Luna, que también acompaña al cantor en la marinera El trujillanito.

Por último hay algunos tristes dedicados a la muerte. Quiero recordar dos: El árbol y El puente. En el primero la muerte de la madre y la propia está representada por un árbol que “ya se está secando”, “ya no quiere dar sus frutos”, “sus hojas ya se están cayendo”, “quedan solamente espinas”. Es el árbol bajo cuya sombra la madre solía sentarse a bordar mientras los pájaros trinaban. Ahora, con su madera, él mismo hará una cruz para que vuelvan a juntarse “mi madre, el árbol y yo”. En El Puente la metáfora es más trabajada aún. Se trata de pasar un puente para llegar a un espacio donde se acaban los sufrimientos:

Allí las aves son libres
Anidan en los laureles
Hay rosales sin espinas
Y los árboles no mueren
Los ríos no tienen dueño
Ni las montañas tampoco
Todos aplacan su sed
Bebiendo en la misma fuente
Díganme si no hay razón
Para que yo cruce el puente

Hace ya 12 años que Abelardo cruzó el puente. Y sin embargo sigue con nosotros. No hay espacio criollo donde no se canten sus canciones. Lalo Llanos está ofreciéndonos canciones inéditas como las que cantó el último sábado en el Breña. Silvia Ibáñez guarda la mayoría de sus canciones sino todas. Hay un mundo que descubrir, que hay quienes mueren para no morir.


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Me sale espuma

"Quiero escribir, pero me sale espuma"