La comunidad italiana fue un elemento importante en el Parque de la Exposición desde antes de su construcción hasta, por lo menos, medio siglo después. 

El 2 de agosto de 1869 el presidente Balta emitió un decreto disponiendo la apertura de una “Exposición Nacional de productos naturales, agrícolas y manufacturados, de plantas y animales de toda clase nacidos en la República o exportados del extranjero y aclimatados a ella; así como un concurso público de modelos, máquinas, plantas y animales”. Para esto se formó una comisión que debía velar por la construcción del Palacio de la Exposición y reunir el vasto cuerpo de la misma. En esa comisión ya estuvo presente la colonia italiana, representada por el sabio naturalista Antonio Raimondi.

A las reuniones de este comité se unió el arquitecto italiano Antonio Leonardi, quien realizó los planos del Palacio de la Exposición bajo la asesoría y con las sugerencias de Manuel Atanasio Fuentes. Según cuenta el historiador Juan José Pacheco el arquitecto no recibió sus honorarios sino hasta después de la inauguración. En otras comisiones también destaca la presencia italiana como el señor Luis Albertini que viajó a Francia para comprar puertas, rejas, columnas de fierro, estatuas, jarrones, muebles y objetos artísticos que embellecieran el Palacio.

Con tanta presencia italiana no es raro que ahora veamos en el Museo de Arte una clara influencia de los palacios italianos renacentistas, especialmente el palacio Vendramin Calgeri. 

Igualmente vemos esa influencia en otros espacios del parque. En el ingreso del Pabellón Bizantino, por ejemplo, había dos esculturas de leones, copias de las realizadas en 1600 por el italiano Flaminio Vacca

Una vez construido el Palacio se produjo la exposición internacional de 1872. En verdad estaba programada para el año anterior, por los 50 años de la independencia. Demoras en la construcción determinaron que se postergara un año. Desde el Proyecto Historia UNI Leticia Quiñones ha estudiado el tema en el libro El Perú en la vitrina. En el recuento de expositores vemos 603 peruanos y 173 extranjeros, la mayoría de Chile, Inglaterra e Italia. Antonio Raimondi expuso una colección de minerales que mereció ser premiada.

Hay algunos temas menores, como el restaurante dirigido por Angelo Bertolotto. En la época los hermanos Bertolotto se dedicaban al negocio turístico. Juan Bertolotto Negro tenía un hotel de playa alrededor del que se fue construyendo lo que hoy es el distrito de San Miguel. Tenía una bella escalera de mármol para bajar al mar. Su hermano Angelo fue el administrador del Restaurante de la Exposición. Pero, sin duda, el aporte más importante de la colonia italiana en Lima fue el Museo de Arte Italiano

MUSEO DE ARTE ITALIANO

Ya no estamos en 1871, 50 años de la Independencia, sino en 1921: el centenario. Es en ese contexto que la colonia italiana en el Perú nos obsequia un museo. La construcción fue promovida por Gino Dalocchi que le pidió el diseño al arquitecto Gaetano Moretti. La selección de las obras estuvo a cargo de Mario Vanini Parenti, quien logró reunir más de 200 obras de arte. Es cierto que al principio hubo algunas resistencias porque se talarían árboles para colocar el edificio. Pero cuando se conoció el diseño y los materiales: piedra, mármol y bronce, la aceptación creció. Hay que señalar que en ese entonces los árboles eran recién plantados y no como hoy que ya son parte de un paisaje histórico.

El museo luce en la fachada representaciones históricas de Italia: Colón, César, Cicerón, Giotto, Américo Vespucio, Plinio, San Francisco de Asís, Galileo, Maquiavelo, Dante, Virgilio, Volta, Leonardo, Marco Polo y Garibaldi.

La galería fue inaugurada el 11 de noviembre de 1923. No tengo ni el espacio ni la capacidad de comentar todos los cuadros. Va más allá de una columna de comentarios sobre Lima que es lo que yo puedo ofrecer. Me impresiono, sí, la forma como Plinio Nomellini utiliza el azul en La venta de gallinas para dar unidad a toda la escena y crear una atmosfera, la forma novedosa como Giacomo Grosso toca el tema religioso, las diferencias entre dos cuadros de la sala 5 pintados a la hora del ocaso con los reflejos que este crea en el agua. Desde que estaba en el colegio he recorrido varias veces el museo y siempre me sorprende algo nuevo.

LA DESTRUCCIÓN DEL PARQUE

Al periodo 1881-1883 del Parque Juan José Pacheco lo considera años de “destrucción y saqueo”. Fue la guerra con Chile y el saqueo era generalizado en todo Lima. Lo lamentable es que ahora tiene un enemigo interno y que es justamente el encargado de cuidar el parque. La Municipalidad de Lima quiere poner avisos publicitarios y propaganda política al interior del parque. No lo podemos permitir.