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Santa Beatriz: el barrio de la generación del 50

Los vecinos quieren que sea Ambiente Urbano Monumental.

Publicado: 2019-04-09

La ciudad no es solo un conjunto de casas. También son las relaciones que entre ellas se producen. Santa Beatriz es formada como una urbanización de empleados públicos apenas abierta la Avenida Arequipa. Es uno de los pocos espacios limeños donde se produce una planificación previa por parte del gobierno. Y es que, claro, la Avenida Arequipa es un espacio privilegiado por Leguía. Tanto que en sus primeros años lleva el nombre del presidente.  

Esa planificación llevo a que se concentren ahí las clases medias, que es de donde salen la mayoría de los intelectuales. Sologuren contaba: 

“Bueno, el grupo del que hablamos, el mio, comenzó entonces por ser un grupo de amigos. Viviamos muy cerca. Yo vivía a una cuadra y media de la casa de Blanca Varela y ahí nos reuníamos con Francisco de Szyszlo, Jorge Eduardo Eielson y Sebastián Salazar Bondy”. 

En realidad Eielson vivía al otro lado de la Arequipa, en Canevaro que ya es parte de Lince. Pero igual podemos imaginarnos que ricas reuniones eran esas. Veamos quienes eran los miembros de ese grupo de amigos y donde vivían.

La casa donde vivió Fernando de Szyszlo estaba en la cuadra 7 de la calle Soldado Desconocido. En dicha casa funcionaba el consulado de Polonia a cargo del padre del pintor, polaco de nacimiento, quien ocupó el cargo de cónsul honorario por más de una década.

La casa donde vivieron las poetas Serafina Quinteras y Blanca Varela, la primera madre de la segunda, en la cuadra 3 de Mariano Carranza. Serafina Quinteras es el seudónimo de Esmeralda González Castro que comienza a publicar sus poemas en El Comercio el año 39 y llega a publicar cuatro libros: Así hablaba Zarapastro; De la misma laya; Cajón de sastre y Cuarenta años después, donde recoge todas sus canciones, las mismas que, como en el caso de “Parlamanias” inyectan una dosis de humorismo a nuestra canción criolla o llegan a profundidades como “La muñeca rota”, “Mi primera elegía”, “El ermitaño” y otras. Blanca Varela ha sido reconocida por la crítica latinoamericana como una de las voces femeninas más admirables del continente siendo el ensayista mexicano Octavio Paz quien prologa su primer libro. Sus poemarios son Ese puerto existe; Luz del día; Valses y otras falsas confesiones y Canto villano comparable en actitud y perspectiva a la anti-poesía de Nicanor Parra o la “poesía de pobres esferas” de Enrique Lihn.

La casa donde vivió Sebastián Salazar Bondy en la cuadra nueve de Carlos Arrieta. Cultivo el teatro, la narrativa, el ensayo, la crítica, el periodismo y la poesía. Destaca en el ensayo su Lima la horrible como un cuestionamiento al colonialismo que sobrevive en una serie de expresiones culturales. Esa misma orientación, ligada a lo cotidiano de la vida urbana y al entorno social, se puede ver en algunos de sus poemas como “Navidad del ausente”. No se puede hacer un recuento de toda su bibliografía porque sólo en poesía tiene más de una docena de títulos.

Además en Santa Beatriz vivieron, en distintos momentos, los poetas, Javier Sologuren, Leopoldo Chariarse y Carlos Germán Belli; el narrador Julio Ramón Ribeyro; el pintor José Bresciani; el educador Carlos Cueto; el filósofo Augusto Salazar Bondy; los músicos Enrique Pinilla y Enrique Iturriaga.

Los vecinos dieron una fuerte lucha por salvar su urbanización de las locuras de Castañeda. Ahora, para evitar nuevas locuras, quieren que se le reconozca como Ambiente Urbano Monumental. 



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