Sanguito: Un dulce histórico
La Catedral del Criollismo también come sanguito
En una olla colocamos (a fuego lento): el clavo de olor, la manteca, el anís y la chancaca. Luego de hervir la chancaca (se disuelve con el hervor), agregamos la harina de maíz. Dejar cocinar hasta que espese (revolver constantemente). Por último, agregamos las pasas. Y nos queda un sanguito.
¿Quién de mi edad no recuerda el sanguito a la salida del colegio? Era obligatorio. Y sin embargo ahora parece que estuviera muriendo. Y es que Lima está perdiendo muchas tradiciones. Se trata en este caso de un dulce que fue consumido desde la colonia hasta nuestros días. Su área de influencia es grande: se consumió a lo largo de toda la costa del Perú, existiendo también variantes en otros países como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, con las respectivas variantes regionales.
Yo tenía dudas sobre la escritura ¿Z o S? Ricardo Palma en “La conversión de un libertino” lo escribe con S y a él lo sigo. En esa tradición nos ofrece unas coplas populares dedicadas a nuestro dulce
Levántamelo, María;
levántamelo José;
sí tú no me lo levantas
yo me lo levantaré.
¡Que se quema el sango!
¡No se quemará,
pues vendrán las olas
y lo apagarán!”.
En 1926 el escritor E Rosay publica Nuevo manual de la cocina peruana escrito en forma de diccionario por un limeño mazamorrero. Ahí define el sanguito (también con S)
Sango de pasas. En un perolito se deshacen unas tapas de chancaca en muy poca agua, y cuando ha comenzado el hervor se echa, poco a poco, harina de maíz amarillo que no esté muy cernida, y moviendo la masa con un palo continuamente, se va echando manteca hasta que esté cocida; se retira entonces el perol y se echan pasas remojadas que se mezclan lo mejor posible, haciendo champitas con una cuchara.
La Catedral del Criollismo es un espacio de conservación de costumbres. Hay una que conservamos por azar. El sanguito. Uno de los más antiguos vendedores de sanguito, Juan Ubaldo Acosta, nos visita de viernes a viernes a eso de las 4.30 a ofrecernos su dulce que sigue sirviendo con cuchara de alpaca. Se trata de un caballero de 89 años. Comenzó sus ventas en el Rímac allá por el año 46. Cuando se comenzó a poblar Chacra Colorada, el 52, se trasladó a las calles de ese sector. Comienza su recorrido en Breña y por eso incluye la calle Pariacoto, donde muchos dejamos la música para correr a comprarle.
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Foto de sonia bertha: LOS TRES REYES MAGOS COMPRANDO SANGUITO