Feliz cumpleaños, Cholos
En noviembre de 1999, casi terminando el siglo pasado, un grupo de muchachos decidió reunirse para hacer música peruana. Han pasado 25 años y no solo siguen juntos, sino que se han tomado muy en serio su papel.
El Perú es un país diverso. Tenemos 48 naciones habitando nuestro territorio. La mayoría en la Amazonia, pero también con alguna variedad en los Andes. Una de las virtudes de Los Cholos es su visión total del Perú: lo andino, pero también lo costeño y lo amazónico; las danzas rituales, como la Danza de Tijeras, por ejemplo, pero también lo profano; las melodías anónimas, pero también las de autor.
Un ejemplo de esta diversidad es la marinera. Traída en un barco carabela desde las Palmas Canarias se fue diversificando en los distintos países de nuestro continente. En cada uno tomo alguna particularidad distinta. La jarana yucateca, la cueca chilena o la marinera son parientes, pero, como en toda familia, no son iguales. En el caso peruano la diversidad es mayor aún, existe una marinera distinta por regiones. Los Cholos son quizá el grupo que mayor variedad de marineras de costa, sierra y selva pueden ofrecer.
En lo que respecta a autores también se puede apreciar esa diversidad. Por supuesto en ellos están muy presentes quienes fueron sus padrinos, los que los impulsaron desde su inicio y, aunque ahora físicamente ausentes, siguen siendo inspiradores de muchos (me incluyo): Manuel Acosta Ojeda y Chalena Vásquez. Pero también el poema de César Calvo musicalizado por Adolfo Zelada “De España nos llegó Cristo”. Contiene la versión poética de nuestra historia desde la Conquista hasta la Independencia de España. Sin embargo, las luchas sociales continúan contra otros "toros" y por eso nos cuentan la historia de Francisca que “voto por los patrones” pero luego se unió a las luchas populares.
Pero la diversidad en cuanto autores es mayor aún. Porque no solo tienen en su repertorio a quienes pusieron contenido social a sus textos. El indigenismo romántico peruano -tanto literario como musical- prefirió el mítico pasado Inca antes de ver la realidad de nuestros pueblos indígenas. Y lo expreso en lenguajes occidentales. Es el caso, bastante conocido, de “El cóndor pasa” que es una apropiación de Daniel Alomía Robles de una canción quechua anónima del siglo XIX para convertirla en zarzuela. O de la mención a Huaina Capac en el poema de Joaquín de Olmedo “La Victoria de Junín”. Lo que encontramos en el repertorio de Los Cholos es un “fox incaico” en que se mezclan tonalidades del fox trot norteamericano con algunas pinceladas andinas: “Lamentos de Atahualpa” de Ramiro Fernández Bringas. Al apropiársela Los Cholos la reinstalan como parte de nuestro folclor y permiten que se conserve.
Esto nos lleva a una segunda característica de Los Cholos. No solo tocan y cantan. También son investigadores, críticos. El rescate de piezas musicales que podrían haber pasado al olvido o el estudio sobre nuestros instrumentos, como el disco dedicado al charango, por ejemplo, son un aporte a nuestra musicología. Y no solo guardan estas investigaciones para los letrados. Los conciertos de Los Cholos son muy didácticos. Antes de cada canción hay una explicación para que todos sepamos de que se trata, que raíces tiene, por qué es importante. Establecen así una dinámica en la que el público puede entender mejor lo que está escuchando.
Y ya que hablamos de público debo mencionar una tercera virtud de nuestros amigos. Son muchos los grupos que tocan y cantan ahí donde pueden cobrar entrada. Y es justo, es su trabajo, los músicos, los poetas, los artistas en general, tenemos el derecho de comer. Pero a Los Cholos se les encuentra en los más diversos lugares. Me acuerdo la vez que tuve que subir el cerro El Pino, uno de los lugares más temidos de La Victoria, porque ahí era su concierto. Cuentan también que alguna vez estuvieron -junto a Chalena Vásquez- en la Cárcel de Mujeres. Y seguramente en otros sitios similares más que sabremos cuando ellos hagan su autobiografía. No solamente son populares por el carácter de su música, lo son porque como diría Vallejo “vienen del pueblo y van hacia él”.
Feliz bodas de plata Cholos, que lleguen a las de oro.