El desarrollo de las fuerzas productivas no es lo mismo que el desarrollo de la producción. Esta confusión llevo a Stalin y a sus sucesores a una carrera productivista que creo serios problemas ambientales. Baste recordar Chernóbil.  

Las fuerzas productivas son básicamente dos: la naturaleza y el ser humano que actúa sobre ella. Y los dos son afectados por un sistema que busca la sobreexplotación de ambos. Marx ya nos lo dice en El Capital

La industria a gran escala y la agricultura a gran escala explotada industrialmente tienen el mismo efecto. Si originalmente pueden distinguirse por el hecho de que la primera deposita desechos y arruina la fuerza de trabajo, y por tanto la fuerza natural del hombre, mientras que la segunda hace lo mismo con la fuerza natural del suelo

El tema entonces es ¿cómo reorganizamos la producción para terminar con esta doble destrucción? Pero como estamos celebrando el centenario de la Revolución Soviética podemos acotar más la pregunta ¿qué se hizo en ese momento histórico?

Hay dos elementos a considerar. El primero es que la destrucción de la naturaleza no había llegado a los niveles de hoy. Hoy el tema ecológico tiene una urgencia que nunca antes tuvo. Y el segundo es que se trataba de una revolución atacada por todos lados. Bien podríamos pensar, si sumamos los dos elementos, que no era un tema prioritario. Ese supuesto sería un error.

El 16 de enero de 1919, en pleno apogeo de la guerra civil, Lenin recibe la visita de Nikolai Podiapolski, del Comité Ejecutivo territorial de Astracán. El tema del encuentro es creación de una reserva natural integral en el delta del Volga. Podiapolski es en verdad uno de los que investigaba el tema ecológico en la URSS de la década del 20. Bien podemos decir que es ahí donde nace la primera gran corriente de pensamiento en esa dirección. Podemos citar a D. N. Kasharov que dirigió un Instituto de enseñanza de Ecología, publicó el primer manual de ecología para la enseñanza (Ambiente y comunidades) y colaboró en la publicación de la primera revista soviética de ecología. O a Vladímir I.Vernadski que desarrolló en 1926 el concepto de biosfera, hizo hincapié en el creciente deterioro del medio ambiente, el cual únicamente podría revertirse mediante un cambio en los hábitos dietéticos y la forma de utilización de la energía. O a otros estudiosos como Georgii Gause que formuló lo que se conoció como el principio de la exclusión competitiva. y Vladimir Stanchisky.

Y no sólo fue un interés científico o académico. Como todo en un momento revolucionario también era la implementación práctica de las tareas revolucionarias. La visita de Podiapolski tuvo una repercusión mayor que la que el agrónomo pensaba. La propuesta de un área protegida específica dio origen al nacimiento de los "zapovednikis", especies de zonas reservadas donde la naturaleza no podía ser modificada. En el “Decreto sobre la tierra y los bosques” de 1918 se estipulaba no sólo la propiedad estatal de los recursos naturales sino que, además, dividían los sectores explotables de los protegidos. Uno de los pocos trabajos que describe este interés ecológico de los bolcheviques es el de Douglas Weiner; Models of nature: Conservation, ecology and cultural revolution in Soviet Russia (1988).

En lo que a teoría marxista corresponde fue un momento propicio para conjugar marxismo con ecología. En su trabajo más famoso, Materialismo histórico (1921), Bujarín le dedica un capítulo entero a la relación entre sociedad y naturaleza, partiendo de la afirmación de que “la sociedad humana es impensable sin su ambiente”, y analizando, en especial, el concepto de metabolismo de Marx. Pero Bujarin fue ejecutado en 1938 y todos sus textos quemados. En 1924, muerto Lenin comienza un periodo en que el productivismo va a remplazar a la ecología con todos los elementos demoledores que eso implica. Por cierto el final de todo no solo fue la destrucción de la naturaleza y el ser humano sino el propio experimento soviético.

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